Además de su función puramente funcional, los radiadores tienen un componente estético bastante importante. Son elegantes, distinguidos y tienen la capacidad de transformar cualquier habitación en un espacio con diseño. Por ello, pintar los radiadores es una excelente manera de darles una nueva vida.

Cómo pintar los viejos radiadores

Los radiadores tienen un precio algo elevado. No obstante, aunque estén muy oxidados, en el mercado hay muy buenas pinturas antioxidantes que los dejan como nuevos sin necesidad de comprar nuevos.

Si los radiadores tienen pequeños desperfectos, lo mejor es elegir una pintura en spray del mismo color que los disimule. Y para renovarlos se puede elegir un esmalte de poliuretano que le otorga un bello aspecto y los mantiene como nuevos durante mucho tiempo. La tarea es fácil de realizar y no se necesita más que una brocha y un poco de destreza.

Pintar los radiadores es la mejor forma de renovarlos y ahorrar en presupuesto.